El concepto de
teletrabajo engloba todos aquellos trabajos
realizados por personas externas a una
determinada organización, destinataria final de
dichos trabajos, sin tener en cuenta su
ubicación geográfica, puesto que son llevados a
cabo a distancia.
La relación entre
la empresa que subcontrata los servicios del
teletrabajador y éste es totalmente confidencial
y directa entre las dos partes implicadas,
quienes deben establecer los requisitos de su
relación laboral.
Teletrabajo y nuevas modalidades de
trabajo
KEVIN KELLY
Kevin Kelly
es redactor de la revista Wired y autor de "New
rules for the new economy".
Traducimos a
continuación el resumen de su intervención en la
Sexta Asamblea Europea de teletrabajo y nuevas
modalidades de trabajo. (Aahrus, Dinamarca) .
El trabajo, en el
futuro, será el espejo de lo que valoremos en el
futuro. No podemos tener un mundo de empleo de
por vida en las industrias manufactureras, si lo
que queremos como consumidores son servicios muy
personalizados y productos a medida.
Mientras los
intangibles se conviertan en nuestras compras
prioritarias, la mayoría de los trabajos
supondrán intangibles. Los empleos, por
consiguiente, tienen que reflejar la naturaleza
de los intangibles y de las redes que los
producen.
Los productos y
servicios intangibles que demandamos son
dinámicos, temporales, personalizados,
sociables, rápidos y potencian los individuos;
son fiables y novedosos. Las condiciones de
trabajo tienen que presentar características
similares.
Los empleos se
harán dinámicos, temporales, personalizados,
sociables, rápidos y potenciarán los individuos;
serán fiables y novedosos. Tan novedosos de
hecho, que, en cinco años, la mayoría tendremos
empleos que no existen hoy.
El arco cerrado
de las redes presenta la paradoja de aumentar el
poder, tanto de los individuos, como del grupo.
La economía de la red tiende a favorecer el
trabajo que se adapta a la "unicidad" de los
individuos en la medida en que les permite
compartir sus talentos.
Los artistas
solitarios, independientes, como Picasso, o el
operario individual en la cadena de montaje son
productos de la era industrial. Pero también lo
son el conformista, el hombre del sistema, la
rueda en el mecanismo, la abeja obrera en la
colmena empresarial. Todos estos papeles son la
cumbre del trabajo socializado sin la menor
potenciación de la individualidad.
En contraste, la
economía de la red amplifica tanto la
individualidad como la sociabilidad. El trabajo
se hace acontecimiento social a la vez que
acentúa la unicidad de cada individuo. Podemos
imaginar el futuro del trabajo como ambas cosas:
más individual y más social.
La tecnología
reticular amplia las dimensiones sociales mil
nuevos modos de comunicarse dentro de una
sociedad: Por inalámbrico, cambio de horarios,
correo voz, filtrado colaborativo de mensajes
prioritarios, por memorias de colectivos a largo
plazo, por motores de búsqueda etc. Cada
adelanto en las telecomunicaciones es otro modo
de volver el trabajo más social.
Al mismo tiempo,
cada adelanto es un modo de volver el trabajo
más personal, más único. El incremento de las
opciones en general permita a los individuos
adaptar estas opciones a sus talentos
particulares. Cada trabajador se vuelve nodo
altamente diferenciado en una compleja red de
trabajadores.
Esta red
emergente de trabajadores únicos modifica el
trabajo de varias maneras. Mientras que, en la
economía industrial, el objetivo era alcanzar el
100% de eficiencia y de productividad, en la
nueva economía en cambio constante, aprender y
explorar son la esencia, lo cual significa que
el negocio tiene que ser menos eficiente del
100%. Se va asemejando a los laboratorios en los
cuales los errores y los fracasos se perciben
como procedimientos de aprendizaje y donde
malgastar recursos en perseguir las innovaciones
constituye el único procedimiento sensato.
A medida que los
negocios evolucionan de la eficiencia hacía la
exploración, el trabajo evoluciona de "trabajo
serio" hacía "juego serio": Está menos definido,
más tolerante hacia los fracasos, se realiza en
intensas ráfagas y es orientado a proyectos.
Y el entorno
físico en el cual este "juego más serio" se da,
refleja la nueva sensibilidad: espacios
flexibles, abiertos, salones para conversar,
cuartos para tormentas de ideas, oficinas en
casa, distracciones deliberadas y zonas de
recreo incorporadas a las oficinas tales como
gimnasios, barras de tapas, salas de juegos y
fiestas de viernes.
Pensar el trabajo
en términos de juego serio lleva también al
mayor protagonismo de simulaciones,
demostraciones, proyectos pilotos, juegos,
prototipos y representaciones de roles en el
negocio, con un número creciente de trabajadores
que se especializan en estas habilidades.
Los "jugadores
serios" desean participar en proyectos
estimulantes. Las lealtades de los trabajadores
pertenecen más a estos proyectos que a las
empresas mismas.
Las empresas
exitosas, las que conservan a sus empleados, se
convierten en una sucesión de proyectos
"geniales". Sin proyectos, no hay lealtad.
Los empleos
sienten más lealtad hacía su oficio y sus
prácticas que hacía sus empleadores. La
información y los conocimientos fluyen entre
profesionales y expertos independientemente de
las lindes de las compañías. Esto significa a
menudo que, expertos en el producto o servicio
de una empresa no trabajan en la misma; pueden
estar en una organización de la competencia, o
más probablemente son clientes.
El hecho es que
la pericia no se limita a los empleados de una
compañía, sino que migra alegremente por
doquier. Los trabajadores no son necesariamente
los receptáculos de estos conocimientos
expertos. Y, debido a que estos conocimientos
cambian con tal velocidad, las habilidades se
tienen que adquirir continuamente. El "modus
operando" para la política de los RR.HH es:
elegir por las actitudes y formar para las
habilidades.
La naturaleza
reticular del trabajo lo precipita fuera de las
oficinas centralizadas, hacía los hogares,
oficinas satélites, automóviles, países terceros
y subcontratistas. Lo externaliza también de los
empleados a los clientes: los cajeros
automáticos convierten los clientes en cajeros
de sus respectivos bancos.
Pero nada más
erróneo que deducir el ocaso de las oficinas en
las grandes aglomeraciones. Las ciudades no se
vaciarán. Son magníficos lugares de encuentro.
Los edificios llenos de gente tampoco
desaparecerán. Lo que sabemos de los
trabajadores, cuando se les da la máxima
oportunidad y libertad para elegir su entorno de
trabajo es que optan por algo así: Dos o tres
días a la semana prefieren socializar trabajando
cara a cara con otros en un lugar de
convivencia, y dos o tres días a la semana
quieren trabajar en un entorno móvil o en un
espacio personalizado en casa. Esto significa
que, lejos de reducir el espacio de oficinas,
estamos aumentando el número de posibilidades de
oficinas - un empleado puede tener una oficina,
otra en casa, una en su dormitorio, en un hotel
y en su automóvil.
En resumen, el
trabajo quiere decir múltiples modalidades de
juego serio. Significa contratación negociada a
nivel personal, que unos trabajadores estrellas
que tienen sus agentes, que más individuos
tienen más de una tarjeta de visita y que sus
carreras no se asemejan a las escaleras, pero
forman espirales centradas en talentos
excepcionales.
En la época
industrial los deberes de cada buen trabajador
eran: perfeccionar sus habilidades, mejorar la
eficiencia y hacer bien su trabajo. En la red,
los deberes son: perfeccionar las actitudes,
aumentar la capacidad lúdica y decidir cuál es
el trabajo adecuado a realizar.
De los dos
deberes, el segundo - el nuestro - es el más
difícil de cumplir satisfactoriamente.
Doc.
traducido por Michel Ickx
Michel.Ickx@wanadoo.fr
. Reproducido con permiso de Teledanmark,
organizador de la 6a Asamblea Europea de
Teletrabajo. Muy agradecidos.AET.
Poco a poco el
teletrabajo se va abriendo camino...
...el
problema es que más que al propio trabajador, el teletrabajo afecta a
las propias empresas, y la adaptación y gestión de este cambio es algo
fundamental (y vital) para muchas de ellas, y sobre todo para que el
teletrabajo tenga futuro.
Son muchas las actividades que pueden
adaptarse al Teletrabajo, como por ejemplo: Diseño Gráfico, Traducción,
Contabilidad, Programación, Maquetación, Telemarketing, Tareas
Administrativas, Estudios de Mercado, Educación, Consultoras, etc. Pero
seguro que cada vez se sumarán más a esta lista, es solo cuestión de
tiempo.
Gonzalo Vazquez
Diseño de Sitios Web Interactivos
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