por Laura Flores,
Periodista.
El teletrabajo está en boga y son
muchas las cosas que se están oyendo acerca de esta nueva modalidad de
empleo. La mayoría de personas ya conocen qué significa esta nueva
manera de trabajar. Sin embargo, las definiciones que se dan suelen
identificar el teletrabajo como “el trabajo desde casa” cuando las
posibilidades son muy distintas y variadas.
El auge de esta modalidad de empleo ha propiciado la aparición de
oficinas y centros que agrupan a los teletrabajadores y les permiten
compartir su experiencia con personas que se encuentran en su misma
situación.
La oficina en casa
Esta modalidad es la más
vinculada con el teletrabajo. El empleado tan sólo necesita un ordenador
conectado a la red y mucha voluntad, puesto que de su forma de
organización depende que su trabajo tenga éxito o no. Hay que distinguir
entre los teletrabajadores que dependen de una compañía y los autónomos
así como entre los que realizan todo el trabajo en casa y los que tan
sólo hacen una parte de sus tareas. Cada uno de ellos goza de una
flexibilidad y de unas condiciones laborales determinadas, según su
caso.
Teletrabajo
móvil
Los ejecutivos y agentes de
venta suelen ser los trabajadores que más utilizan esta modalidad de
empleo. Debido a sus funciones deben estar todo el día desplazándose por
lo que realizan su trabajo desde el lugar en el que se encuentran, ya
puede ser un hotel, un tren, su casa o una división de la compañía.
Oficinas satélites
Esta es una forma colectiva
de trabajo semejante a la de las sucursales tradicionales de muchas
empresas. La diferencia quizás se encuentre en que las oficinas pueden
estar ubicadas lejos de los despachos centrales aunque todo el trabajo
que en ellas
se realice sea para la organización. La condición que han de cumplir es
estar completamente informatizadas.
Un
ejemplo de oficinas satélites lo constituyen los centros de llamadas que
muchos bancos han abierto en diferentes países para controlar
directamente las operaciones con los clientes. En el Caribe y Filipinas
existen centros especializados en la elaboración de datos, denominados ‘offshore’,
que constituyen una buena alternativa. Esta modalidad de trabajo permite
reducir gastos tanto para la empresa como para el trabajador por lo que
facilita el aumento del empleo.
Los telecentros
La soledad o aislamiento que puede sentir un teletrabajador se ha
querido solventar con la construcción de telecentros o ‘telecottages’.
En este caso, se crea una oficina a distancia equipada con todas las
conexiones informáticas necesarias.
Teletrabajadores de diferentes empresas pueden acudir a ese centro a
realizar sus tareas diarias. Aunque estos despachos cada vez tendrán más
presencia en todos los países, han comenzado a surgir en zonas
desfavorecidas con la intención de facilitar a los trabajadores un lugar
donde desempeñar sus funciones y de reducir el gasto que conlleva la
construcción de oficinas satélites.
Algunos de estos telecentros comienzan a funcionar como puntos de
referencia en el teletrabajo. Se ofrecen cursos de formación y se
facilita información para todo aquel que la precise.
La oficina virtual
Se trata de una manera radical de descentralizar el trabajo de una
empresa. Con esta forma de empleo, no existe una infraestructura que
agrupe a los miembros de la compañía sino que todos los miembros
trabajan a distancia y se comunican mediante las nuevas tecnologías.
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