Siempre habrá para cualquier rubro el que te pedirá que trabajes como un favor. Pero parece que el trabajo de diseñador es la victima mas común de esta practica.
La verdad es que el trabajo de diseño y arte puede resultar algo abstracto y espontaneo para alguien de afuera. Como si uno de repente, de un segundo a otro, pudiera arrancarse de la cabeza la idea utópica de un diseño y pegarla al lienzo o en una pantalla. Lo mejor en estos casos es tomárselo con humor.